martes, 25 de marzo de 2014

Adaioth, Portador de Ira y Fuego

Nuevo héroe para mi ejército de Elfos Oscuros, un Príncipe Oscuro en Pegaso.



Esta miniatura la hice hace mucho tiempo pero la he pintado y reconversionado ahora para la liga de pintura de La Armada.

Esta figura nació porque en una de mis listas de ejército tenía un noble en pegaso, pero no había figura que lo representara, así que me puse a montarla como me gustase y así se quedó, hasta ahora.
Cuando la cogí por primera vez desde hace mucho tiempo de la caja de Elfos Oscuros,  el pegaso iba andando por la peana porque era de un caballero Bretoniano y no llevaba el palito ese transparente, con lo que pegue las patas traseras e intentaba no despegarlo en cada batalla… Una postura un poco forzada. Decidí que en la peana destacaba demasiado poco para ser el general de mi ejército, por lo que pillé un pedrusco y lo puse en una base un poco más grande que la que llevan los pegasos, lo subí arriba y con dos taladros y alambre lo sujeté a la piedra. Ahora sí que parece que vaya a volar, y no como antes que parecía una gallina delante un perro.
El caballero es la miniatura de Malus Darkblade un poco conversionada, lo primero en la mano izquierda llevaba la cabeza de alguien, cosa que a mí no me gustaba nada… Y el gélido era de los antiguos muy feo. Los nuevos aún no habían salido lo cual no tenía previsto dejar el jinete suelto para intercambiar monturas. Con lo cual el Gélido me sirvió como entrenamiento para las técnicas que uso en los gélidos y a Malus los subí en este pegaso. El resultado me gustó pero aún estaba manco. Estuvo un tiempo con una alabarda de la guardia negra, pero Alabarda y espada… Quedaba un poco raro… Así que para presentarlo a la Liga le quité la Alabarda y le pegué el brazo de un ballestero sin arma y el escudo de un Jinete de Gélido que sobraba. Con lo cual se quedaba armado con Espada y Escudo, algo más lógico.
Los colores los elegí violeta y plateado con detalles de dorado y negro, el que tengo para el resto del ejército.
Os dejo las fotos desde distintos ángulos:











Y para que todo encajase me inventé un trasfondo pues este personaje es un poco peculiar un Elfo Oscuro montando un Pegaso Bretoniano… ¿Qué ha pasado? En realidad, el que venga de Elfos Oscuros y el que haya leído Bretonia pues estará un poco flipando por las patadas al trasfondo de Games Workshop que lleva esta miniatura… Un Elfo Oscuro nunca tendría una montura que usa otra raza tan indeseable para ellos como los bretonianos y un Pegaso Bretoniano se supone que sólo elige a un dueño y lo elige el Pegaso, para coordinar todo esto en el trasfondo estuvo un poco difícil, pero aunque un poco con pinzas, creo que está aceptable.

Trasfondo:
Adaioth es el hijo de una acaudalada familia de Naggarond, desde pequeño ha destacado por su habilidad en la batalla y por su carácter despiadado, tanto es así que obtuvo el rango de general muy joven.
En una de sus incursiones al viejo mundo, en la costa de Lyonesse se encontró con un adversario digno. Adaioth cabalga en su gélido y Guilles en un pegaso negro, ambos contendientes se estudian, calculan las fuerzas de su enemigo y elaboran la estrategia a usar. Mientras la batalla se decanta hacia uno u otro bando Adaioth ve como el pegaso del general enemigo actúa de manera extraña, intentando salvar su vida antes que la de su jinete, cosa extraña en estos animales. Con estos pensamientos en mente se abre paso entre los malditos Bretonianos, un caballo no es rival para un Gélido. El combate es encarnizado y no hay claro vencedor, por lo que Adaioth encara a Guilles, la batalla acabaría con la muerte de uno de los dos generales, Guilles no está del todo convencido, con lo que Adaioth ve algo de ventaja y quiere aprovecharla. El duelo empieza y el combate cesa por la expectación, un duelo de esas características no se da en todas las batallas. Empezaron combatiendo sobre sus monturas, tanteándose con más detenimiento y con el peso de la victoria o la derrota a sus espaldas. Comienzan los ataques, Guilles es el primero en atacar, un golpe de prueba. Ninguno quiere ser derrotado por una imprudencia. De pronto el gélido de Adaioth es abatido por Guilles un mordisco bien visto por parte de Guilles y el Gélido es ensartado por la lanza Bretoniana, una ola de vítores inunda el campo de batalla, pero nada está decidido. Adaioth curtido en mil batallas cae al suelo, pero gracias a su habilidad no queda aplastado bajo el gélido. Se levanta y mira a su antigua montura, con más odio por impetuosa que pena por tantas batallas a su lado. Decide continuar con el combate y ve como Guilles desmonta de su Pegaso, Adaioth sonríe y piensa “Los Bretonianos y su código de Honor… Estúpidos” Una vez ambos contendientes a pie prosigue la lucha, pero a Guilles empieza a notársele el cansancio de la batalla y de haber intentado mantener a raya a una desobediente montura. En uno de los ataques de Adaioth, Guilles tropieza y no puede recomponer su defensa a tiempo, allí haya su muerte, a manos de un Elfo… El bando Bretoniano queda petrificado, cosa que aprovechan los Elfos para terminar la batalla, pocos supervivientes quedan… Adaioth camina hacia sus soldados, cuando llega a ellos nota una mirada de temor en sus ojos, pero miran detrás de él, se da la vuelta y ve que el pegaso de Guilles está detrás de él. Adaioth se acerca con cuidado, estos animales son muy reservados y violentos. Al ver que el pegaso está tranquilo estira la mano y toca el morro del Pegaso, en ese instante se crea un vínculo entre Adaioth y el pegaso al que llamaría Kurnous.
- Un Pegaso, mezquino, cruel y que es dueño de él mismo. Me gusta.

El resto fue fácil, destruir la heráldica del bretoniano y añadir la suya como nuevo jinete de pegaso. Desde entonces Kurnous le acompaña a todas las batallas.

Espero que os haya gustado y gracias por haber llegado leyendo hasta aquí, me ha salido una entrada muy larga...

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